Desde sus inicios la humanidad ha usado diferentes materiales y los ha transformado para destacar la elegancia, la unicidad y la belleza de la figura humana. Parte importante en este camino han sido las joyas, que se han convertido en una prenda cotidiana y en un factor muy
importante de la moda.

La joyería, al igual que las instituciones, las creencias y las formas de vivir ha pasado por muchos cambios a lo largo de la historia. En la actualidad, vemos cómo surgió con mucha fuerza la idea de originalidad. Por eso, la idea principal de mi marca es crear piezas únicas que representen el estilo e identidad de cada persona para que se sienta cómoda y que a la vez pueda experimentar una conexión estética con el diseño que escoja.

Muchas veces en el imaginario colectivo las joyas cuentan historias familiares, porque se convierten en tesoros preciosos que se heredan de generación en
generación. Son objetos inmortales, que resisten el paso del tiempo y que simbolizan una forma muy importante de expresión individual. Las distintas materialidades y diseños permiten que cada individuo pueda manifestar su singularidad desde una pieza única, la cual desde mi trabajo busca un guiño con la modernidad.